El cerebro optimista.

En mi opinión una persona no lo ve todo de color rosa o marrón, sino que la percepción sobre las cosas cambia según suceden y si al sujeto le parece bien o mal. Si una persona es optimista te dirá que todo le va bien y que las cosas que le ocurren son agradables, pero en mi opinión creo que esto no es del todo cierto. A todos nos ocurren cosas agradables y desagradables, pero si alguien es optimista, evidentemente sólo te dirá que le ocurren cosas buenas, porque sólo cuentan esas cosas para él, pero si le preguntas a un pesimista te dirá lo contrario, que todo es malo, que le va fatal y por supuesto te dirá que todo lo malo le ocurre siempre a él, porque él sólo ve las cosas malas que le ocurren.

Creo que un pesimista siempre tiene más prioridad para padecer una depresión que un optimista, porque el optimista intentar ver siempre el punto bueno de las cosas, y así tiene menos posibilidades de padecer una depresión, puesto que las depresiones suceden siempre tras una hecho desagradable.

Un pesimista que mira hacia el futuro, lo hará pensando en si las cosas le van a ir mejor o seguirá en la misma línea, pero seguro que si el proyecta imágenes agradables en su futuro, piensa que estas cosas ocurren porque algo malo le tiene que ocurrir también. En cambio un optimista mira al futuro estando casi seguro de que las cosas le seguirán iendo bien, y seguro que no piensa en que viene después de un hecho desagradable. Todo ocurre por algo y a todas las personas nos ocurren cosas buenas y malas, pero al ser pesimista sólo te centras en lo malo, mientras que al ser optimista sólo ves las cosas buenas.

El pesimismo o el optimismo no es una cosa que sea impuesta de por vida, sino que si te empeñas en ser pesimista, probablemente acabarás sólo pensando en cosas malas, pero si por el contrario decides mirar las cosas desde el lado positivo, seguro que acabas pensando que siempre hay alguien más desgraciado que tú y que probablemente él no pueda pararse a pensar porqué le ocurren esas cosas o no.