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PsicoZurbarán

2ª Parte examen Psicología.Laura Moroño Sánchez

Para comenzar todos los textos me han parecido interesantes y a mi parecer unos se complementan con otros por eso me resulta un poco difícil comentar un solo texto.

Después de leer los textos de "Cariño tócame el hipocampo que hoy es San Valentín", "El flechazo amoroso, un adictivo cóctel cerebral", "Emociones capaces de desarrollar la "razón del estado" de Eduardo Punset y "El amor no es sólo bioquímica" de José Antonio Marina, y tras una larga pausa para pensarlo, he decidido comentar este último texto, el de José Antonio Marina.

Este texto que voy a comentar se titula "El amor no es sólo bioquímica", está escrito por José Antonio Marina y aparece en el periódico El Mundo, publicado en la edición del jueves 14 de febrero del 2008.

Al contrario de lo que muchos piensan los sentimientos no vienen del corazón ni son propios de él, por el contrario los sentimientos dependen de nuestro cerebro y de su actividad, de la acción química de los neurotransmisores y las hormonas, pero no solo depende de esto.

Las sustancias químicas producen los estados sentimentales, y el amor apasionado aparece súbitamente. Cuando una persona se enamora, ve a la persona de la que se ha enamorado como si fuese ideal, perfecta y no puede dejar de pensar en ella. Esta experiencia la experimenta la mayoría de las personas y es agradable, energética y euforizante para la persona que se siente enamorada. La realidad se transforma y todo es maravilloso para la persona enamorada, todo lo ve de "color rosa" y piensa que siempre va a ser así, ingenua de ella, porque aunque no quiere reconocerlo, en su interior sabe que eso puede acabar y que nada vuelva a ser como a ella la gustaría. La persona enamorada se siente ágil y vital.

El enamoramiento en un misterio y para descifrarlo, los científicos han estudiado sustancias que producen sentimientos parecidos. Leibowitz supuso que había una "feniletilamina natural" una variedad de anfetaminas, responsable de esa experiencia cumbre, denominada por los periodistas como "hormona del amor".

Relacionaron la dopamina y la noradrenalina con el sentimiento de intensidad, euforia y energía porque produce esos efectos, y también investigaron la serotonina. El enamoramiento produce pensamientos casi obsesivos.

En los trastornos obsesivos se detectan bajas tasas de serotonina y había que hacerla intervenir en el proceso de enamoramiento. Los antecedentes bioquímicos del amor son tasas altas de dopamina y noradrenalina y bajas de serotonina. Zeki comprobó que en los enamorados había muy poca activación de las zonas cerebrales responsables del pensamiento critico, y por esta causa no ven ningún defecto en la persona amada, es como si fuese perfecto en todo lo que tiene y hace.

La oxitocina es la hormona de la maternidad, el parto y la lactancia y Moberg descubrió que el hombre y la mujer la producen durante las relaciones sexuales. De esta manera enlazaban el amor apasionado con la ternura.

Estoy de acuerdo con el texto puesto que lo que dice nos puede pasar a todos porque todos podemos enamorarnos y nadie está libre de sufrir por amor. Cuando estamos enamorados todo es maravilloso y quieres pasar junto a la persona a la que amas el resto de tu vida, pero esa especie de "burbuja" impenetrable para algunos, y en la que los enamorados se sienten encantados y maravillados con la persona perfecta, en el lugar perfecto, y en el tiempo perfecto puede romperse cuando menos nos lo esperemos y entonces todo lo que era maravilloso con esa persona ahora puede resultar odioso.

En definitiva, todos nos podemos enamorar y ser conscientes de que se puede acabar en cualquier momento, pero al menos, vivamos el momento sin pensar en si va a terminar bien o mal, que acabe como acabe ya tendremos tiempo para pararnos a pensar en lo que ocurrió, no ocurrió o debería haber ocurrido.

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